Tokyo

Tokyo es una ciudad gigantesca, tan grande que se vuelve difícil percibir su tamaño, pero ciertos indicios permiten imaginarlo, como su red de metro similar a una telaraña, o los trayectos en tren dentro de la ciudad que pueden durar 40 minutos para recorrer solo una pequeña parte, o el sentimiento de bajar del tren en una estación y estar dentro de una gran ciudad con tiendas departamentales gigantes, restaurantes y gente por todos lados y volver a subir al metro y bajar en otra estación y estar dentro de otra gran ciudad con múltiples rascacielos, y el día siguiente visitar otra parte de Tokyo que a su vez tiene las dimensiones de una gran ciudad en si misma.

Una característica muy peculiar de Japón y de Tokyo en particular es que el buen gusto y el mal gusto coexisten uno al lado del otro. De lo más hermoso que se puede encontrar en este país es la arquitectura paisajística, Tokyo cuenta con varios parques hermosísimos. De una delicadeza sin igual es la forma en la que empacan productos para regalos, o sus arreglos florales, o la solemnidad de las bodas. Los trajes típicos, el Kimono y la Yucata, son también de una gran elegancia. En cambio, el mal gusto se puede apreciar en el arte gráfico de muchos de sus folletos y anuncios espectaculares, en la comida plastificada, en los escaparates de algunas tiendas, en algunas de las modas juveniles y en muchos muchos de los productos que tienen a la venta.


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