La idea no era otra que llegar a Krabi para encontrar pronto un Guest House y rápidamente elegir un nuevo destino para partir con toda la información posible. Pero como suele pasar en muchas ocasiones, el camino es el que te elige a ti en vez de elegir tu el camino. Krabi nos atrapó y nos enamoró con su sencillez, relax y posibilidades.
Llegamos por la mañana a Krabi, contentos por dejar atrás Ko Phi Phi, y después de de dar un par de vuelta con la mochila en busca de un Guest House encontramos el que para nosotros fue de nuestros favoritos de Asia.
El sitio se llama Smile Guest House y no solo nos gustó por que es barato. Está genialmente situado cerca del canal, el Night Market y del templo blanco. Es un Family Guest House de verdad, con lo que en la parte inferior viven todos sus miembros. A la noche hacen cena común con todos los huéspedes que se quieran apuntar. El coste de los alimentos se reparte entre todos los que cenan, por lo que aparte de conocer a locales y viajeros, cenas delicioso y barato.
Además el lugar es super limpio, nuevo, con Wifi potente y buenas vistas por su parte trasera. ¡Recomendable de verdad!
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